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E S P E C I A L R A I D

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competir en pruebas de barriles. A los

ocho años corrí mi primer Endurance con

esa yegua y luego comencé a competir

con otro caballo con el que corrí más de

20 carreras, ya que la yegua no pudo se-

guir compitiendo. A los 11 años comencé a

participar en Raid, que es otra disciplina

parecida al Endurance que se practica so-

lo en Uruguay”.

“En Raid competí a nivel nacional desde

los 8 hasta los 14, que es cuando el jinete

entra en la categoría juvenil y puede

competir a nivel mundial. A los 15 años

tuve la oportunidad de ir a competir a Du-

bai y ganar en la President Cup de esta-

blos locales. Luego ese mismo año pude

representar a Uruguay en el Mundial juve-

nil en Abu Dhabi, en el cual obtuve meda-

lla de bronce individual y por equipo lo-

gramos el oro. A los 16 años comencé a

competir con el caballo “Amarillo HLM”,

con el cual al año siguiente participé en

el Panamericano y obtuve la medalla de

oro individual y conseguimos el oro por

equipos. Ese mismo año, unos meses an-

tes, tuve la oportunidad de venir a com-

petir con “Talita” en el Mundial juvenil de

Tarbes, y obtuvimos el cuarto puesto”.

“En Uruguay, para Endurance hay quie-

nes crían árabes y Anglo-árabes. También

se cría criollos, que es una raza típica de

caballos uruguayos, con muchísima resis-

tencia como el árabe y más fortaleza, pe-

ro suelen ser más pequeños por lo que no

tienen la velocidad del Anglo-árabe, por

ejemplo. Estos caballos suelen competir

en enduros nacionales que se organizan

para caballos exclusivamente de esta ra-

za, pero ahora han comenzado a competir

cada vez más en los enduros FEI también.

Yo he competido en distintos caballos de

distintas razas, pero siempre nos dedica-

mos a entrenar más Anglo-árabes, sobre

todo. Actualmente también tenemos en

entrenamiento un criollo que viene sor-

prendiendo mucho en los enduros FEI”.

“Antes del mundial de Tarbes, como la

Federación Uruguaya en un principio no

estaba interesada en que fuera una selec-

ción a competir ahí, mi padre tomó la ini-

ciativa de buscar algún caballo europeo

con el cual yo pudiera competir. Ahí cono-

ció, a través de facebook, y por medio de

otras personas, a Jon, quien tenía una ye-

gua Anglo-árabe con la cual estaría intere-

sado en que compitiera. A mi padre le

gustó la idea y la yegua, por lo que arma-

ron un programa de entrenamiento y en

julio de 2013 vinimos al País Vasco a cono-

cerla y a competir al Mundial”.

“En diciembre del año pasado me diag-

nosticaron un Linfoma de Hodgkins y me

dijeron que me esperaban seis meses de

quimioterapia, 12 sesiones en total. Fue

un golpe duro, pero que con mi familia

pudimos enfrentarlo con mucha fe y fuer-

za. Al principio no podía montar a caballo

ya que estaba muy débil y tampoco podía

estar en contacto con los animales, ya

que como la quimioterapia debilita el sis-

tema inmunológico, tenía mas chances de

agarrarme infecciones, que afectarían el

progreso del tratamiento. Con el paso del

tiempo, al mes y medio más o menos, me

autorizaron montar a caballo y estar con

animales, lo cual mejoró muchísimo mi

estado de ánimo, ya que podía hacer lo

que me gustaba. La quimioterapia, gracias

a Dios, venía haciendo un muy buen efec-

to, por lo que comencé a sentirme mejor

y más fuerte, a pesar de los efectos se-

cundarios, por supuesto. Gracias a esto,

podía montar y ejercitarme un poco. An-

tes de la enfermedad teníamos muchos

planes de varias carreras que tuvimos que

postergar, entre ellos el Mundial. Ya eran

cosas descartadas para nosotros hasta que

un día la doctora me autorizó para com-

petir en Uruguay y me dijo que, finalizado

el tratamiento en mayo, si todo salía

bien, podía ir a competir para el Mundial.

Esto me ayudó muchísimo ya que tenía

una motivación muy especial para tolerar

el tratamiento y querer salir adelante a

toda costa. Gracias a todas las personas

que tenía alrededor, a Dios, y a los caba-

llos como gran motivación, pude salir ade-

lante con éxito y pasar por estos momen-

tos difíciles con gran positividad y ánimo.

A las personas que están luchando les di-

ría que nunca pierdan la fe, es lo más im-

portante, Dios nos manda las cosas para

que aprendamos de ellas, algo por lo que

hay que confiar y disfrutar siempre de lo

que tenemos cuando lo tenemos.

Cuando conocimos a “Talita” para el

Mundial juvenil yo tenía la condición de

jinete juvenil élite, por lo que podía com-

petir con cualquier caballo en el Mundial

sin previamente clasificar. Para este cam-

peonato fue distinto ya que tenía que cla-

sificar en una carrera de 160 con ella para

poder ir. Podemos competir por Uruguay,

ya que la nacionalidad que se toma en

cuenta es la del jinete y no la del caballo.

Fue algo raro en el Mundial pasado com-

petir con una yegua que no conocía, pero

por suerte ahora tuvimos más tiempo para

conocernos, así que ya estamos familiari-

zadas y prontas para ir a Normandía”.

“Talita” es una yegua con muchísima

voluntad y súper inteligente. Lo que me

parece mas importante de destacar es su

locura -ríe-, lo que la hace ser como es.

Siempre imparable y con unas ganas im-

presionantes”.

“Para entrenar principalmente lo que

hago es montar. Antes de la carrera para

clasificar yo no estaba con casi nada de

entrenamiento, ya que había terminado la

quimioterapia unos días antes, por lo que

fue una carrera bastante dura. Ahora para

el Mundial sí estoy muchísimo mas entre-

nada, ya que monto casi todos los días y

además hago ejercicio”.

“En Normandía vamos a tratar de hacer

un buen papel, ¡y dejar a Uruguay y al

País Vasco lo mejor posible! Es una muy

buena yegua y está en muy buenas condi-

ciones, ¡esperemos que la suerte nos

acompañe en la carrera!”.

“Mi familia siempre me apoya al 100%

en todo ámbito de mi vida. Gracias a Dios

mis dos padres siempre estuvieron presen-

tes para apoyarme en cualquier proyecto

que me planteara. Mi madre no es muy de

los caballos, es más mi padre, pero ambos

me apoyan incondicionalmente”.

“Jon es muy aficionado a los caballos y

se preocupa muchísimo por mantener a

sus ejemplares bien entrenados y en buen

estado. Algo que me parece muy impor-

tante destacar es que está siempre abier-

to a aprender de los demás y probar nue-

vas cosas, que es muy importante para

progresar. ¡Con las ganas que le pone y su

empuje sin duda le va a ir muy bien! Es

muy buena persona además con amigos y

familia increíbles que desde que me cono-

cieron, y en este tiempo que estuve vi-

viendo acá, me trataron como si fuera

uno mas de ellos. Estoy muy agradecida”.

Con esta ilusión, y un ciao -suerte-, de-

jamos a Oriana, cuya historia nos hizo pe-

queños y sentir que algo nos perdíamos

por no estar allí viendo en directo la nue-

va etapa de esta historia, que tendría lu-

gar el día 28 de agosto a partir de las sie-

te de la mañana.

En la distancia, con las justas llamadas

para no estorbar, fuimos enterándonos de

las novedades que se producían en Nor-

mandía. Propietario y amazona sabían que

les estábamos siguiendo pero no pudimos

trasladarles todo el aliento que seguro

ahora ustedes, igual que nosotros enton-

ces, amantes de los caballos Anglo-árabes,

les hubiésemos querido trasladar.

Las noticias que nos llegaban no eran

buenas. La organización era un poco caó-

tica, el clima muy duro, el trazado previs-

to una ‘trampa’ para muchos, que a la

postre se cobró incluso alguna vida de ca-

ballo participante... “Talita” estaba muy

nerviosa, no había forma de calmarla. Al-

guien tuvo la idea, al final una desgracia-

da idea, de galoparla para conseguir que

el cansancio la tranquilizara. “Talita Ku-

mi” empezó un galope con furia, seguro

que si la hubieran dejado no hubiese de-

tenido el paso hasta llegar a su cuadra de

la aldea de Leaburu. Algo no funcionaba,

ella lo sabía y ellos también. Los nervios

de “Talita” eran lógicos, al fin y al cabo

es una yegua, pero estos nervios se trasla-

daron al resto del equipo, al selecciona-

dor de Uruguay, al veterinario del equi-

po... a todos. Jon vio impotente cómo se

desmoronaban todas sus ilusiones y se

echaba por tierra su trabajo.

Llegó el día de la prueba y tras dos eta-

pas las condiciones de la yegua Anglo-ára-

be aconsejaron su retirada. Regreso a Es-

paña triste pero con mucha experiencia.

Entenderán perfectamente ustedes, sin

embargo, que esta parte, la parte de los

WEG, hubiese sido como hubiese sido, no

es la más importante que hoy les hemos

querido contar.

“Talita Kumi 50%”, hija de “Lamedor”

PRá, hijo del semental Yeguada Militar

“Cabareto” y de la pura sangre inglés

“Duma de Bizkerre” por “Habit”. Nació en

2002 y en 2010 parió a “Batal Ttorre”, de

“Acrobat Oasis” por “Gakrobat”.

Actualmente sigue con su propietario en

Guipúzcoa, dando paseos y recuperando la

forma para volver a ser una yegua espe-

cial, una Anglo-árabe singular.